Jordi Riba, investigador del CIBERSAM del grupo coordinado por Víctor Pérez Solá, ha sido recientemente elegido por la revista RollingStone entre las 25 personas que marcarán el futuro de la ciencia.
Responsable de Neuropsicofarmacologia del Centro de Investigacion del Medicamento del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la investigación del Dr. Riba se orienta hacia la farmacología del sistema nervioso central. Ha llevado a cabo múltiples proyectos de investigación en psicofarmacología aplicando técnicas de neuroimagen y registros neurofisiológico. Asímismo, ha estudiado durante dos décadas sustancias psicoactivas que producen modificaciones de la percepción y la cognición, como la ayahuasca, una especie de brebaje alucinógeno que toman algunos pueblos indígenas del Amazonas desde siempre.
Sus investigaciones muestran el gran potencial que esconde esta bebida y otras sustancias hasta ahora estigmatizadas y que dan paso científico para la comprensión y el tratamiento de la psicosis. “Se está viendo que hay toda una serie de sustancias, que tenían muy mala fama, que si se utilizan en un contexto adecuado -con una finalidad concreta y con una población bien escogida de pacientes- pueden tener efectos beneficiosos”, ha asegurado el Dr. Riba. En sus estudios, entre otros hallazgos, identificó posibles cambios estructurales en los cerebros de los bebedores de ayahuasca a largo plazo, específicamente un adelgazamiento medible de la corteza cingulada posterior, una región del cerebro asociada con el ego.
Por tanto, estudiar científicamente mejor estas sustancias naturales -comno la ayahuasca- podría abrir el paso a la comprensión e identificación de nuevos tratamientos -como fue el caso de la ketamina y su uso como antidepresivo-. "Estoy convencido de que en 50 años sabremos mucho más de lo que sabemos sobre el cerebro", comenta Riba. "No creo que pase mucho tiempo antes de que veamos psicodélicos incorporados en el arsenal terapéutico".
