Page 135 - MemoriaCIBER2019-ESP
P. 135
CIBERFES 135
   El Dr. Bolaños, en colaboración con Dr. Enríquez, ha apoyado el estudio que explica la segregación mitocondrial en distintas células neurales y con Dr. Matheu han estudiado la pérdida de precursores neurales y su relación con el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Asimismo, el grupo del Dr. Bolaños ha completado un trabajo, que permitirá descifrar un mecanismo que explica la vulnerabilidad cognitiva y motora por una alteración en el metabolismo energético neuronal.
El grupo de la Dra. María Ángeles Arévalo estudia la fagocitosis de microglía y la respuesta de microglía en el envejecimiento del cerebro que puede contribuir a las diferencias sexuales en la manifestación de enfermedades neurodegenerativas.
El Dr. Matheu, además de las colaboraciones mencionadas antes, está interesado en los centenarios y, con el Dr. Viña, programó un simposio sobre el papel de los centenarios como modelo de envejecimiento saludable.
Finalmente, el Dr. Acuña y su grupo han valorado el efecto de la melatonina en ratones para potenciar el efecto oncostático de otros fármacos.
P2 - Abordaje de la fragilidad. Detección, cribado, diagnóstico
y tratamiento. Modelos asistenciales
Coordinador: Adolfo Díez Pérez
La investigación del grupo liderado por el Dr. Xavier Nogués se enfoca principalmente en el estudio de la fragilidad ósea como una causa subyacente al deterioro de la calidad de vida en la población anciana. Durante el 2019, se han publicado los primeros datos del Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC), un registro español multicéntrico, prospectivo y continuo, que comenzó en 2017. Se registraron 7.208 personas de 54 hospitales, con una edad media de 86,7 años (DE 5,6). El RNFC es la mayor base de datos prospectiva que aporta datos sobre el perfil de los pacientes hospitalizados por fractura de cadera en España (Ojeda-Thies C, y col. Osteoporos Int. 2019). En otro estudio de cohorte (SPARE-HIP) se ha confirmado que la fractura de cadera produce una gran disminución en la capacidad de realizar actividades de la vida diaria y la calidad de vida relacionada con la salud informada por el paciente con una recuperación solo parcial entre los supervivientes a 4 meses después de la fractura (Prieto-Alhambra D y col. Arch Osteoporos. 2019). Además, en la cohorte SIDIAP se ha detectado que los individuos con DM2 tienen un mayor riesgo de fractura de cadera y de mortalidad post fractura (Tebé C y col. Osteoporos Int. 2019.)
Estudios de microindentación ósea en hombres demostraron que la BMSi discrimina la fractura previa y la fractura de cadera de los padres, que sugiere que este parámetro puede ser útil para identificar a los hombres que tienen un mayor riesgo de fractura (Rufus-Membere P y col. Endocrinology. 2019). Por otra parte, se ha evaluado la radiofrequency echographic multi spectrometry (REMS) como otra herramienta para la estimación de la resistencia ósea, y así para su utilización en el diagnóstico de osteoporosis y predicción del riesgo de fractura (Diez-Perez A y col. Aging Clin Exp Res. 2019).
En un estudio, dentro del grupo de trabajo ESCEO, se establecieron una serie de recomendaciones para mejorar la adherencia a los tratamientos antiosteoporóticos con el fin de implantarlas dentro de la práctica clínica (Hiligsmann M y col. Osteoporos Int. 2019).
En esta línea, en otro estudio, recomendamos utilizar los marcadores óseos PINP sérico y el βCTX-I para controlar la adherencia al tratamiento con bisfosfonatos orales (Lorentzon M y col. Adv Ther. 2019).
Como casos de especial atención evaluamos la adherencia a los inhibidores de la Aromatasa (IA) en mujeres con cáncer de mama (cohorte B-ABLE) ya que éstos pueden aumentar considerablemente el dolor articular y la pérdida de masa ósea con lo que se reduce la calidad de vida relacionada con la salud, principalmente durante el primer año de tratamiento. Las pacientes previamente tratadas con tamoxifeno experimentaron un mayor dolor cuando cambiaron a la terapia de IA y mostraron un riesgo muy elevado de interrupción de la terapia durante los primeros 12 meses (Pineda-Moncusí M, y col. Breast Cancer Res Treat. 2019). En otra población de riesgo, como son los pacientes VIH positivos, hemos publicado un estudio en que observamos una correlación entre los cambios en la calidad ósea y el entorno inflamatorio en individuos. Además, entre los mecanismos subyacentes, destacamos que la vía de Wnt tiene un papel significativo en la recuperación de la calidad ósea por el tratamiento antirretroviral (Lerma-Chippirraz E, y col. J Antimicrob Chemother. 2019).





















































































   133   134   135   136   137