El pasado 25 de mayo de 2021 se realizó de manera virtual el Primer seminario de investigación CIBERFES “FRANCISCO GUILLÉN LLERA”. El evento fue moderado por los Profesores Pedro Abizanda Soler, coordinador de formación de CIBERFES, y Leocadio Rodríguez Mañas, Director de CIBERFES, y contó con las presentaciones de 6 grupos de CIBERFES y la asistencia de más de 30 nodos on-line.
Desde CIBERFES se ha planificado la realización de 3 seminarios anuales, metodología que permite no solo la difusión de las investigaciones realizadas por los diferentes grupos sino también la identificación de sinergias para futuras colaboraciones.
En este primer seminario se abordó la investigación que diferentes grupos de CIBERFES han realizado durante la pandemia sobre COVID-19, pero para futuros encuentros la intención es que todos los grupos vayan presentando sus principales resultados. La acogida a este nuevo formato ha sido excelente y se está valorando la posibilidad de su apertura a sociedades científicas que realicen investigación en fragilidad y envejecimiento saludable, así como a otros CIBER interesados en este campo.
La primera de las intervenciones del webinar fue la de Germaine Escames, del grupo que lidera Darío Acuña en la Universidad de Granada. La investigadora explicó los resultados del ensayo clínico en fase II (MELCOVID) para explorar la eficacia y seguridad de melatonina i.v. en pacientes UCI de covid-19. "Hemos demostrado los efectos beneficiosos de la melatonina en la sepsis con una disminución de la mortalidad al 25%" apunta la doctora. "Las propiedades de la melatonina nos han llevado a poner en marcha un ensayo clínico fase II, en pacientes con coronavirus ingresados en la UCI a los que se les ha administrado la melatonina administrada por via IV. En dicho ensayo clínico se ha reducido la estancia hospitalaria, y los días con ventilación mecánica invasiva como consecuencia de una disminución del proceso inflamatorio".
La investigadora Olga Laosa, del grupo liderado por Leocadio Rodríguez Mañas en el Hospital de Getafe, habló del papel de la situación funcional sobre el riesgo de mortalidad en pacientes ingresados por COVID-19 así como del uso de inhibidores de renina angiotensina aldosterona y riesgo de ingreso por COVID y el papel de la discontinuación sobre la mortalidad. En esta línea, investigadores de CIBERFES, CIBERESP y FIBHUG han publicado un artículo en el que evalúan la relación de la situación funcional previa al ingreso, con la mortalidad en 375 sujetos ingresados en el H.U. Getafe durante el mes de marzo de 2020 por COVID 19. "El estado funcional es capaz de predecir el riesgo de muerte y parece modular la relación entre la edad y la mortalidad. La combinación de 5 variables (edad, sexo, comorbilidad, I. Barthel e índice de severidad-qSOFA) permite la construcción de un algoritmo de predicción de muerte de fácil aplicación que podría ser útil en el proceso de toma de decisiones" afirma la doctora Laosa.
En este primer webinar participó también el grupo de INCLIVA, Valencia (IP Jose Viña). Eva Serna presentó su trabajo sobre cómo ACE 2, receptor del SARS-CoV-2, disminuye en el envejecimiento y esto provoca que no pueda realizar sus funciones protectoras a nivel cardiovascular, antiinflamatorias y de cicatrización de heridas. "Realizamos un análisis transcriptómico de células mononucleares periféricas de individuos jóvenes y ancianos y, encontramos genes que regulan negativamente a ACE2: catepsina G, TIMP 3, citoquina 1, subunidades del proteasoma y CREG-1 en el ámbito de la inflamación. Y otros genes interesantes como, NOX1 (relacionado con estrés oxidativo), FGF23 (relacionado con la vitamina D3 y asociado con la mortalidad en pacientes con problemas renales) y ANPEP (asociado al sistema inmunológico). Con base a estas observaciones, proponemos bases para un estilo de vida simple o intervenciones farmacológicas para reducir el riesgo de complicaciones graves del COVID-19 en esta población más vulnerable" explican las investigadoras Eva Serna y Consuelo Borrás, responsables de este trabajo.
Por parte del Grupo GENUD Universidad de Castilla-La Mancha, el jefe de grupo Ignacio Ara expuso su trabajo en colaboración con los grupos de Leocadio Rodríguez Mañas y Francisco José García García sobre "el Impacto del confinamiento domiciliario del COVID-19 sobre la salud de los adultos mayores: un experimento natural en España”. El jefe de grupo defiende la necesidad de la realización de un estudio epidemiológico con participantes de algunas de las principales cohortes españolas de personas mayores (EXERNET, ETES, ENRICA y Salud Mental) integradas en grupos de 3 áreas del CIBER (CIBERFES, CIBERESP y CIBERSAM) que permitan estudiar mejor no solo los factores determinantes de los cambios producidos durante ese momento sino también investigar la asociación que existe entre la calidad de la dieta, la actividad física (AF) y el tiempo de sedentarismo (TS) y los principales cambios en las conductas de riesgo para la salud, así como las adaptaciones del estilo de vida 7 meses después.
Los investigadores consideran también interesante determinar la influencia de padecer hipertensión, enfermedades musculoesqueléticas, pulmonares y cardiovasculares (ECV), depresión y cáncer en los cambios de estilo de vida y comportamientos de salud tras la cuarentena por COVID-19 en personas mayores españolas. "Todo ello con el fin de poder caracterizar mejor las poblaciones específicas de riesgo y llevar a cabo intervenciones específicas para mejorar la salud de las personas mayores mediante estrategias de salud pública de precisión" manifiesta Ara.
La investigadora Jennifer Mayordomo Cava, del grupo que lidera José Antonio Serra Rexach en el Hospital Gregorio Marañón explicó su trabajo sobre la evolución de los pacientes mayores a los 2 meses tras el ingreso hospitalario por infección por SARS-Cov-2. "Nuestro estudio observacional de la primera ola realizado a través de una entrevista telefónica mostró que a los dos meses del alta hospitalaria las personas de 70 años o más que sobrevivieron al ingreso hospitalario por COVID19 hay un 48% de personas frágiles (valorada con el cuestionario de Frail (0-5), siendo frágiles cuando éste es mayor o igual a 3) y un 14% presentaron deterioro funcional en al menos una actividad de la vida diaria (AVDs, medidas con la escala de Barthel)" explica la investigadora. "Se encontraron, además, diferencias por sexos en la evolución funcional, la calidad de vida y el estado anímico y cognitivo. Más mujeres auto-percibieron no estar curadas todavía de la enfermedad, tener peor autonomía en su día a día, presentar secuelas en la memoria, tener peor estado de ánimo y peor calidad de vida que hombres" .
Por último, Elisa Belén Cortés Zamora, del grupo liderado por Pedro Abizanda, describió los principales resultados de los proyectos realizados por el Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, proyectos COVID-A y COVID-AGE, durante la pandemia. En el estudio clínico-epidemiológico COVID-A, se analizaron datos de mortalidad así como el impacto funcional y psicológico del brote de SARS-CoV2 en residentes mayores de 65 años institucionalizados, y en los trabajadores sanitarios de 6 centros sociosanitarios de Albacete capital. "La mortalidad en el primer mes y en los primeros 3 meses de la pandemia en residencias de mayores fue del 15,3% y del 28,0% respectivamente, con un exceso de mortalidad del 564% y del 315% para dichos periodos. La infección fue más frecuente en los residentes con mayor edad, peor situación funcional y mayor fragilidad" expuso la investigadora.
Por otra parte, en el estudio COVID-AGE los investigadores identificaron que baricitinib, un inhibidor de JAK es eficaz para reducir mortalidad en mayores hospitalizados por neumonías moderadas-graves por COVID-19, una reducción del 71% en la mortalidad, la mayor descrita con cualquier fármaco, incluyendo pacientes de Albacete y de Pisa.
Toda la información sobre el ciclo de Seminarios CIBERFES de Investigación Francisco Guillén, puede consultarse en la web del CIBERFES dentro del apartado de formación.