Maria Pellisé, investigadora del CIBEREHD en el Hospital Clínic -perteneciente al grupo de Antoni Castells- ha coordinado un estudio multicéntrico que evalúa en occidente (Europa y EE.UU.) la utilidad de Narrow Band Imaging (NBI) para predecir qué pólipos del colon están degenerados y por lo tanto han de ser remitidos a cirugía directamente, en lugar de intentar una resección endoscópica compleja que conlleva un riesgo elevado de complicaciones y además representa una futilidad terapéutica.
NBI es un filtro de la luz del colonoscopio que resalta el capilares y permite evaluar las características de la superficie de los pólipos. Las conclusiones del trabajo publicado en Gastroenterology determinan qué pólipos se pueden enviar a operar y cuáles se pueden resecar endoscópicamente, así como en qué pólipos hay incertidumbre que debe resolverse en futuros estudios.
El proyecto se ha realizado en el seno del grupo EndoCAR que es un grupo de trabajo de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y Sociedad Española de Endoscopia Digestiva (SEED) dedicado a la investigación de la endoscopia en las formas de alto riesgo de cáncer del tubo digestivo. En este estudio han participado 80 investigadores (endoscopistas y anatomopatólogos) de 17 hospitales españoles que han incluido más de 2000 lesiones de 1650 pacientes.
Ignasi Puig, del Hospital de Manresa, ha sido el investigador principal del estudio. Por su parte, Ria Rosiñol y Míriam Cuatrecasas, del servicio de Anatomía Patológica del Hospital de Manresa y del Hospital Clínico respectivamente, realizaron la evaluación histológica ciega centralizada de las lesiones con carcinoma.
El proyecto fue financiado con becas de la AEG y de la SEED y ha recibido 3 premios de sociedades científicas nacionales e internacionales.
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