Un equipo internacional coordinado por investigadores de la U708 CIBERER que lidera Ana Guadaño en el Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” (CSIC-UAM) ha observado que el análogo de hormona tiroidea Sobetirome tiene el potencial de mejorar las graves alteraciones neurológicas y el hipertiroidismo periférico característico de pacientes con el síndrome de Allan-Herndon-Dudley.
El síndrome de Allan-Herndon-Dudley es una enfermedad rara causada por mutaciones en el transportador de hormonas tiroideas MCT8. Esta enfermedad solo afecta a varones, que presentan un retraso global del desarrollo, discapacidad intelectual profunda, falta de adquisición del lenguaje y graves trastornos neuromotores, como hipotonía o tono muscular débil, que evoluciona a tetraplegia espástica. Los pacientes con este síndrome también muestran alteraciones en los niveles de hormonas tiroideas en sangre, con altos niveles de la hormona tiroidea T3 que genera un hipertiroidismo periférico.
A nivel cerebral, la falta de MCT8 en la barrera hematoencefálica (la barrera que separa la sangre circulante del cerebro y que regula el paso de sustancias de un tejido a otro) impide que las hormonas tiroideas puedan ser transportadas dentro del cerebro, generando un hipotiroidismo cerebral. Por tanto, los pacientes deficientes de MCT8 presentan una paradójica situación de hipertiroidismo periférico e hipotiroidismo cerebral.
Desafortunadamente, en la actualidad no existe un tratamiento efectivo para paliar la sintomatología de la enfermedad. Además, el diseño de una estrategia terapéutica es complejo, ya que un tratamiento efectivo debería ser capaz de corregir el hipertiroidismo periférico y mejorar las alteraciones neurológicas derivadas del hipotiroidismo cerebral.
El Sobetirome es un fármaco sintético que tiene una estructura química distinta de la hormona tiroidea T3, pero que es capaz de unirse a los mismos receptores y desencadenar por tanto el mismo tipo de respuestas en las células.
“En nuestro estudio tratamos ratones deficientes de Mct8 con Sobetirome para evaluar si este análogo es capaz de mejorar el hipertiroidismo periférico y de acceder al cerebro en condiciones de deficiencia de MCT8 para generar respuestas similares a la hormona tiroidea T3”, explican los autores.
Los resultados de este estudio, publicados en la revista Thyroid, revelaron que el tratamiento con Sobetirome en ratones deficientes de Mct8 disminuye drásticamente los niveles de T3 en sangre. Y lo que es aún más importante, que el Sobetirome es capaz de acceder al cerebro y regular la expresión de algunos genes que normalmente se regulan por T3.
“Por tanto, nuestros estudios indican que el análogo de hormona tiroidea Sobetirome tiene el potencial de mejorar el hipertiroidismo periférico y las alteraciones neurológicas característicos del síndrome de Allan-Herndon-Dudley”, concluyen los autores.
Este estudio ha sido realizado en colaboración con investigadores de la Oregon Health & Science University de Portland (Estados Unidos).
Soledad Bárez-López S, Meredith D Hartley, Carmen Grijota-Martínez, Thomas S Scanlan and Ana Guadaño-Ferraz. Sobetirome and its Amide Prodrug Sob-AM2 Exert Thyromimetic Actions in Mct8-Deficient Brain. Thyroid. DOI: 10.1089/thy.2018.0008